El destino real de los refugiados españoles tras la victoria de Franco que acabó convirtiéndose en cárcel de nazis y colaboracionistas.
Este artículo es muy especial para nosotros puesto que se trata del primero que hemos escrito, por ello queremos retomar nuestra actividad en el blog con él. Esperamos que os resulte interesante y útil.
“Los luchadores de la libertad saludan a los esforzados de la carretera”
Hace unos años viajamos a Francia y nos detuvimos en el Campo de Gürs. Este campo fue uno de los que más tiempo duró en activo. En total estuvo en uso durante 6 años y por él pasaron un total de 60000 personas durante la guerra. A pesar de que en un principio se trató de un campo de refugiados españoles en 1939 con el fin de la Guerra Civil y la victoria de Franco, al término de la Segunda Guerra Mundial el campo de internamiento de Gurs se estuvo usando para mantener en prisión a algunos soldados Nazis. Es una visita breve aunque no por ello menos agradable o interesante. Actualmente se trata de un memorial y algún que otro edificio reconstruido (gracias a la Amicale de Gurs), ya que en 1946 las autoridades decidieron quemar el campo y, posteriormente, plantar encima un extenso bosque cubriendo así cualquier prueba que demostrase la existencia del mismo.
Este campo fue construido en 1939 tras la victoria de Franco, ya que los republicanos llegaron en masa al Sur de Francia, así que como no se sabía qué hacer con ellos se acabó decidiendo llevarlos a campos de internamiento y Gurs fue una de las ciudades designadas. Se construyó en tan solo 42 días, en un principio debería durar un año a lo sumo y era como una pequeña ciudad. En él había 428 barracones para albergar a 18500 personas. También había un pequeño hospital que no cumplía para nada las necesidades de los internos, por lo que a menudo debían cuidar los unos de los otros. Aunque al principio se encerraba a los republicanos españoles, en 1940 se comenzó a encerrar a familias enteras de judíos, y en 1943, cuando ya habían sido todos deportados se encerró a gitanos y a prostitutas. En cambio, tras la guerra se comenzó a encerrar a alemanes y colaboracionistas, que eran franceses que ayudaban a los alemanes.
La superficie ocupada por el campo era de unas 80 hectáreas se encontraba al Sur de Francia. Se trataba de un campo muy grande que siempre tenía sus puertas abiertas para diferentes grupos de personas: judíos, alemanes, gitanos, prostitutas...
No era muy difícil escaparse del campo, puesto que la alambrada no era muy densa ni la vigilancia muy severa, pero al ir mal vestidos y no tener formación para trabajar fuera, los fugitivos eran rápidamente encontrados y devueltos al campo inmediatamente, por lo que tan solo se escaparon con éxito en torno a unas 755 personas. Aquellas personas que estaban formadas profesionalmente eran llevadas a trabajar con empresas que requerían sus servicios, mientras que numerosos españoles fueron obligados a trabajar en la construcción de la Línea Maginot. Aunque a la entrada del campo podemos ver unas vías de tren, éstas no eran las utilizadas para llevar a los que tenían Auschwitz por destino.
Actualmente podemos encontrarnos con diversos monumentos que representan algunos temas o hechos importantes del pasado. Uno de ellos es la vía del tren que lleva desde el patrón estructural de un barracón hasta una zona de cemento rodeada por una alambrada. Esta vía no se trata de la original, como ya hemos mencionado antes, sino de un elemento meramente conmemorativo.
Otro de estos elementos es la cabaña de una enfermera suiza, también conocida como "El Ángel de Gurs", que vivía y trabajaba en el campo para ayudar a los internos, especialmente a las mujeres embarazadas y a los niños, quienes siempre podían obtener de ella papel y pinturas para dibujar, leche, y sobretodo mucho amor, tanto como para que los internos volviesen a confiar en la raza humana.
También hay una estrecha carretera que atraviesa parte de este extenso bosque en el que podemos ver cómo eran los barracones, tanto por dentro como por fuera, y a la par que vamos caminando podemos leer en diversos puntos de información cómo era la vida en dicho campo. En esta foto podemos ver a la izquierda varias estructuras de barracones, y a la derecha, un barracón reconstruido en el que la entrada está permitida. En la siguiente foto podemos ver el único barracón reconstruido. En barracones como éste tenían que convivir 60 personas.
Al final de la visita hay una zona con un pequeño ordenador, unas imágenes y unas pantallas con un vídeo que nos revelan información con algunos datos cuando menos curiosos como los que mencionamos a continuación.
Siendo los españoles los primeros en poblar el campo, fueron ellos quienes construyeron un campo de fútbol, pero se trataba de una zona fangosa y no se podía utilizar al llegar el otoño, así que se intentó utilizar como huerto pero esta idea también fracasó por el número tan elevado de ratas en dicho área.
A partir de 1940 se desmilitarizó el campo y los hombres de la zona se quedaron a cargo de él. Estos hombres introdujeron el mercado negro, y tenían un gran poder sobre los internos, ya que eran ellos con quien se hacían los trueques o los negocios y eran ellos también quienes decidían las listas para deportaciones, visitas y traslados, así como los castigos, por lo que los presos les pagaban con su dinero de su anterior vida.
En una ocasión el Tour de Francia pasó por delante del campo y los españoles se colocaron para verlo mientras mostraban una pancarta que rezaba: "Los luchadores de la libertad saludan a los esforzados de la carretera". En numerosas ocasiones los transeúntes que paseaban por la carretera se detenían para conversar con los internos, a veces amistosamente, y otras con aspecto de curiosidad.
Como ya hemos dicho antes, se trata de una visita breve pero muy interesante e impactante, puesto que es algo que forma parte de la historia de nuestro país, y además se encuentra muy cerca de España y nunca habíamos oído hablar de este sitio.
Esperamos que os haya parecido interesante el artículo y que sea el primero de muchos.
